Ander Azurmendi empezó como un cura “muy atribulado porque había perdido la fe en Dios aunque creía en el servicio a los feligreses” en la primera novela de las tres que ha publicado ya Anton Arriola con este protagonista. Ahora es, en cambio un hombre "más libre, más alegre, más conforme consigo mismo” en El diario de Josef Barath (Erein), un thriller en el que la ficción histórica (sobre el periodo de entreguerras y la herencia de los Habsburgo) gana terreno a la intriga.
pergola08